20 marzo 2011

Día de feria

Hoy he ido a la Fira del Ram. No es que sea fan de las atracciones cutres y las tómbolas, más bien todo lo contrario, pero debía cumplir con el deber que conlleva tener una sobrina de 13 meses.

Yo catalogo las atracciones en dos grupos. El más llevadero es el grupo que podemos llamar atracciones de terror: la montaña rusa, la noria o el castillo del mal. Son atracciones que hasta cierto punto pueden resultar divertidas. Luego está el grupo de las que realmente dan pánico. Esas son en las atracciones en las que te meten en un tren con personajes Disney tan mal dibujados y con tanto óxido que son irreconocibles. Mientras das vuelta en círculo con una música que de tan alegre resulta macabra, un payaso mal pintado y alcohólico te lanza agua o te pega con un globo en la cabeza.

He sido incapaz de subirme a eso con mi sobrina, reíos lo que queráis o llamadme nenaza pero prefiero estar en caída libre durante 30 metros para frenar a dos centímetros del suelo. Por suerte Jill ha tenido más agallas que yo y la niña ha podido disfrutar de ese espectáculo tan decadente.

Por otro lado están las tómbolas en todas sus variantes. No han cambiado mucho desde que yo era pequeño y disfrutaba con esas cosas, aunque hay un sitio en particular que me ha llamado la atención. Era un tenderete sencillo con una barra de madera atravesada y un montón de clavos saliendo. "Tres martillazos a dos euros". Si conseguías clavar bien el clavo en tres martillazos te llevabas el típico Bob Esponja. Una gran visión de negocio, algo completamente innovador. Me imagino al tío que creo el concepto: "ya que les voy a meter el clavo al menos que tengan una oportunidad para quedar empate". Además el tenderete incluye un componente indispensable en toda atracción de feria: el peligro. Toda atracción debe contener un peligro de muerte, ya sea con una polea chirriante, un payaso alcohólico o un martillo y unos clavos oxidados. Joder, hasta el gancho que usaba mi sobrina para coger patitos se podía considerar un arma blanca.

El año que viene me tocara repetir el mismo numerito. Estoy deseoso de que se haga mayor para poderla llevar a las atracciones que menos miedo dan. Mientras tanto sigo pensando que la feria es como Son Banya pero con lucecitas.

4 comentarios:

Kurai dijo...

A mi me gustaba la feria de pequeña, cuando me pagaban las cosas... U_U

Liet-Kynes dijo...

Se me plantea una pregunta... habia que clavar el clavo en algunos lugar especifico o había que clavarlo sobre el feriante? Yo hubiera participado gustosamente en lo segundo ^^

Misaoshi dijo...

Me ha matado lo de Son Banya...bien cierto es.

Y bueno, el que más miedo me dio la semana pasada que fui, fue un rumano con un globo medio vestido de payaso mirando con cara de asesino a todos los niños que pasaban. La atracción de Miki, cómo no, estaba vacía. ¿No se dan cuenta que con cara de asesino asustan a padres y niños? ¡¡¡Cualquier padre sabe que en ese tunel hay un secuestrador de niños que trafica con órganos y adopciones ilegales!!!

worm dijo...

Kurai, la verdad es que es carísimo. Si no tienes nada que hacer el lunes tengo invitaciones para la feria. Ya lo hablamos mañana.

Liet, no tuve la oportunidad de ver el tenderete de cerca o en funcionamiento, mi sobrina estaba muy cansado. La próxima vez que vaya investigaré un poco y le pregunto al señor del tenderete.

Misaoshi, ¡ese mismo tipo me dio pánico a mí! Ese lugar es muy tétrico.