29 octubre 2007

Crítica: Stardust

Neil Gaiman tiene la capacidad de sumergirnos en un mundo totalmente diferente. Mundos fantásticos que a su vez son sólidos y consistentes; mundos que resultan divertidos de desentrañar. Sin embargo, no es lo mismo contar una historia en una pantalla que hacerlo en papel.

Stardust es un intento de adaptar la historia de Neil Gaiman al cine. Sin embargo, a la hora de adaptar una novela hay que tener en cuenta que las peculiaridades narrativas del cine son totalmente distintas. Siempre me ha parecido ridículo la comparación entre una película y su homologo en papel. Del mismo modo me parece estúpido decir que para entender una película se tiene que haber leído el libro o el cómic. Una película debe ser diferente a la fuente de su adapatación. Debe ser por si misma completa y autodescriptiva y eso no se logra haciendo un copy&paste de la novela.

Al visionar la película se nota algo extraño e inusual en el curso de la acción. La historia transcurre de manera frenética y descontrolada. Uno tiene la sensación de que no se ha hecho una adaptación de la novela, sino una condensación. La historia más que contada parece vomitada. Debido a ese exceso de información al final se olvida lo importante de la película: los detalles. Lo que realmente nos fascina, los entresijos de los personajes y de ese mundo de fantasía, quedan al aire por querer contar demasiado.

Con Stardust se ha cometido el error del querer plasmar lo mismo que en la novela. Puede que funcionase con 300 -aunque sólo fuera a nivel de taquilla - pero desde luego no funciona con Stardust. Una histora de este calibre y profundidad requiere una nueva redacción de la historia y cambiar el orden y ritmo narrativos, algo que no se ha hecho debidamente quizás por miedo a mancillar al señor Gaiman. La película es un ejemplo perfecto de como se puede tirar a la basura una historia por culpa de una mala adaptación.

En fin, otra película más al cajón de "prometía pero al final nada".

1 comentario:

Jill dijo...

No es lo mismo 300, que es una adaptación de un cómic y cuyo storyboard puede utilizarse prácticamente lo hecho por el autor y un libro.

Para empezar, 300 es prácticamente todo acción. En el cómic hay mucho menos diálogo que en el film. ¿Por qué? El rodar escenas de acción es mucho más rápido. El tiempo transcurrido en una lucha sin palabras puede ser muy rápido y, por lo tanto, acabar pronto.
En 300 tuvieron que meter contenido para que la peli no durase 20 minutos.

Stardust es diferente. Es todo palabra. El único problema es que hay mucho que contar y hacer tres películas de una misma historia no es factible. Porque la primera quedaría demasiado abierta y la gente se indignaría ante un final así. No iría a ver las otras (¿para quedarse con las ganas?).

El público espera ir al cine y ver la película completa, no tener que esperar varios años para poder (al fin) saber el final.