12 diciembre 2006

Hoygan, que soc multilingüe

Resulta que ahora se lleva lo de derivar los idiomas en sus infinitésimas partes. Yo estaba lo suficientemente contento sabiendo hablar tres lenguas y ahora parece que sé hablar más de una docena: inglés, español, británico, catalán, uruguayo, mallorquín, andaluz... ¡Y eso por no hablar de las que entiendo!

Pero no todo son buenas noticias. Algunos caciques despiadados intentan destruir la cultura. Allá donde van intentan unificar los idiomas como en el caso del mallorquín y el catalán o, lo que es muchísimo peor, el hoygan.

Los nacionalistas blogosféricos claman a los cuatro vientos la unidad gramática y ortográfica del hoygan, famoso por ser la única lengua no artificial creada en menos de cinco años. Pues no señores fascistas, existen muchísimas lenguas en lo que ustedes llaman hoygan. Hay por lo menos cinco maneras de decir el equivalente al "que" en español: q, qu, que, k y ke. Y además hay palabras que no tienen el mismo significado entre lo que ustedes llaman erróneamente dialectos. Véase como ejemplo el tq, traducible como "te quiero" o "tal que", según la lengua hoyganiana que se use.

Lo de los dialectos es una trampa creada por el eje del terror que conforman los bloggers 2.0. Es más, puestos a pensar es fácil ver que los dialectos no existen. Imaginénse, ¡si los dialectos existieran todos hablaríamos latín!

06 diciembre 2006

¿Extravagancia?

Tengo la insoportable manía de jugar con los números. Me encanta ver un número por la calle y encontrarle alguna curiosidad. Sirve cualquier número: una matrícula, un teléfono o incluso el número de serie de cualquier trasto. Me gusta especialmente encontrar números primos aunque también tuve una temporada en que sólo buscaba múltiplos de 37.

Otra de mis manías es la de no levantarme en horas en punto. Programo mis despertador cada día y lo ajusto a una hora distinta: 06:21, 07:11, 07:24, etc. No sé cuando empecé a hacer esto pero sí el porque. Me resulta estresante levantarme, mirar la hora y ver que son las 06:30 o las 07:00. Me gusta llevar un horario más bien caótico y de hecho ni siquiera uso agenda. El hecho de levantarme a horas dispares me da la sensación de haberme levantado por mi propio pie. Es una costumbre bastante extraña que imagino que pocos endenderán. Os animo a que lo probéis.

Por último, una de las cosas que hago ya con cierta naturalidad es abrir las nueces con los dientes. Puede que suene un poco bestia, pero no me hago daño y obtengo mejores resultados que con un cascanueces. ¿Acaso abrimos las pipas con un "cascapipas"? ¿Para que vamos a usar entonces un cascanueces?

04 diciembre 2006

Crítica: El Perfume


Si algo es El Perfume es una película sin miedo, y sobretodo sin miedo a ella misma. Estamos demasiado acostumbrados a ver películas que se quedan en medias tintas, ya sea por no querer mojarse o por exceso de corrección moral. La cantidad de filtros por los que tiene que pasar una película en pos-producción es tal que es imposible que acabe siendo lo que se quería.

Los primeros minutos de la cinta ya resultan una bofetada para el espectador. La historia es una extraña deformación del género picaresco. La película no exalta la picardía y la desgracia del protagonista, se regocija en ella. Esto crea una muy acertada confusión acerca del posicionamiento que debe tomar el espectador. Aunque da igual la posición que tomemos porque la película nos tiene reservadas unas cuantas sorpresas a modo de patadas. Son golpes duros pero que, tras el sobresalto inicial, se reciben con satisfacción.

Podría criticar la película por esa introducción excesivamente larga o por el trabajo de los actores pero no sería justo. El Perfume es una bocanada de aire fresco que ahuyenta los hedores del cine estancado y con miedo a la controversia. Es una filme sin pretensiones pero que renuncia a la humildad. Una película que es por si misma y no por lo que los demás quieren ver.

03 diciembre 2006

¿Quién dijo que los programadores son aburridos?

Como ya dije el jueves empecé a trabajar como becario, mi tarea consiste en añadir una funcionalidad a un programa ya existente. Empecé a mirar el código y la documentación del programa y encontré esta joya entre las instrucciones de instalación.
You may not have permissions to install cgi scripts in which case you need to coerce your Web manager into doing it for you (I have found that a nice bottle of red wine works well at the coercion stage)

Para que luego digan que los programadores no tenemos sentido del humor.

02 diciembre 2006

Tecnología y color

Fue a mediados del siglo XIX cuando se obtuvo la primera fotografía en color. Para ello Maxwell (el mismo de las famosas ecuaciones) utilizó tres filtros distintos para reflejar las componentes roja, verde y azul de la luz. Esta separación se basaba en los conos fotorreceptores del interior del ojo humano ya que tenemos tres tipos de conos cada uno capaz de percibir el rojo, el verde o el azul.

La cámara fotográfica separaba y juntaba los colores de manera analógica y no requería de un modelo matemático capaz de representar de manera numérica el color. Fue la televisión la que hizo necesaria una manera no visual de representar los colores, necesitabamos enviar información digitalizada sobre los colores. Así apareció el famoso modelo de color RGB (Red Green Blue). En el modelo RGB a cada color se le asignan tres números del 0 al 255 correspondientes con sus componentes de rojo, verde y azul.

Por ejemplo, el color rojo puro se representaría como (255, 0, 0) el máximo de rojo y nada de verde y azul. En cambio podríamos representar el amarillo como (230, 230, 0), rojo y verde sin azul. Esto nos permite expresar colores de un modo claro y sin ambigüedades. Es interesante ver como podemos representar todos los colores posibles como un cubo, en el que cada color se puede localizar con las coordenadas RGB que se corresponderían a las coordenadas x, y, z del cubo.

Los monitores que imagino que tendréis delante utilizan el color RGB para mostrar la información. Cada pixel es capaz de emitir los tres colores y se ilumina con la intensidad adecuada de cada color según el código RGB que recibe.

Uno de los problemas del RGB es que no especifica que es exactamente rojo, verde y azul. Cada fabricante adopta su propio criterio acerca de este tema. Es en parte por eso que una misma fotografía se ve distinta según el dispositivo donde la miremos. A pesar de esto el modelo de color RGB funciona bastante bien y ha demostrado ser perfecto para representar colores de manera individual. No obstante no es nada útil cuando queremos trabajar con los colores como un conjunto.

El ojo humano separa los colores como ya hemos visto pero el color que percibe el cerebro depende de otros factores. Por eso RGB no nos sirve para hacer cosas como comparar colores. Dos colores muy lejanos en RGB pueden ser percibidos como colores muy parecidos y viceversa.

Para arreglar esto en 1978 se propuso el modelo HSV (Hue, Saturation, Value). Este modelo se basa en la tonalidad, la saturación y el brillo del color. Lo curioso de este modelo es su distribución cónica. El cono nos aporta muchísima más información ya que la distancia entre los colores será proporcional a su distancia perceptiva. El modelo HSV se utiliza en el campo artístico y en campos en el que la diferencia entre colores debe dar información al usuario.

Si cogéis un buen editor de imágenes veréis que para seleccionar los colores disponéis de una rueda HSV. El círculo exterior de tonalidades representa la circunferencia exterior de la base del cono HSV y el triangulo interior representa la sección del cono obtenida de trazar una línea recta del punto seleccionado al centro. De este modo se puede visualizar todo el espectro de colores en dos dimensiones. Interesante, ¿verdad?